Historia de 1982

Torneos de Área y Distrital de categoría pee wee.

El coordinador de la categoría pee wee, Prof. Gilberto Hernández Garza; el manager, Antonio Ramírez García y el joven estudiante de la Facultad de Organización Deportiva, hoy licenciado Oscar Luis López Pérez, de coach condujeron a catorce niños aléxito iniciando en el torneo de área contra la liga Contry superándola por 6 carreras a una con serpentina de Alberto Román, la siguiente victoria sobre Sierra Madre por cartones de 12 carreras a 3 se la adjudicó el pitcher Ricardo Morales; después cayó ante ellos por 12 a 2 la liga Buenos Aires con los disparos de Alberto Román y de paso obtener el pase a la siguiente ronda, el torneo distrital.

En el sorteo les tocó en suerte abrir nada menos que contra el campeón nacional del ’81, la liga Guadalupe Linda Vista y, ¿saben qué? Les sacaron el juego de la bolsa por 5 carreras a 4 en el parque Niños Campeones con Alberto Román en la loma de lasresponsabilidades.

Los niños locales se crecieron y con batazos de todos los calibres de Luis Gómez, Roberto Flores y Alberto Román, que le dieron a la esférica de 4 – 3, entre ellos dos triples, uno de Román y otro de Rogelio Gómez. Nada más en la primera entrada, los niños sabinenses fabricaron 6 carreras, 4 en la segunda, 3 en la tercera y 10 en la cuarta para sumar 23 anotaciones contra una del equipo invicto de San Nicolás para detener el encuentro por nocaut. Por San Nicolás subió al montículo Luis Sandoval y prácticamente fue acribillado, terminando el encuentro en sólo 4 entradas por diferencia de carreras y con victoria para Luis Antonio Santos.

Cuando pensaron que ya tenían el boleto listo para el torneo nacional que inició el 14 de agosto en Cd. Anáhuac, Chihuahua, se confiaron y la selección de Linda Vista, quien se encontraba en la ronda de perdedores, después de eliminar a Obispado por 9 carreras a 2, se puso en igualdad de circunstancias con los nuestros venciéndolos por 6 carreras a 4 y forzar a un juego decisivo.

Sólo para que los nuestros sacaran la casta y creciéndose al castigo le propinaron tremenda paliza a todo su staff de pitcheo terminando los cartones 26 a 4.

En igualdad de circunstancias, a vencer o morir, se enfrentaron por el campeonato del Distrito II y el derecho de representar a Nuevo León en el certamen nacional en Anáhuac, Chihuahua los verdes de Guadalupe Linda Vista y la escuadra de Sabinas Hidalgo que sacó todo su potencial, su casta, su pundonor, su espíritu de competencia aquel ya retirado viernes 7 de agosto de 1982 en el parque “Niños Campeones” de la capital del estado.

Tanto les dolió la derrota que les recetaron en el cotejo anterior a los nuestros que salieron desatados, incontenibles, como una fiera herida y con rallies de nueve carreras en la tercera entrada y trece en la quinta fueron más que suficientes para obtener el boleto al nacional, apaleando sin piedad al todavía campeón nacional de 1981 por el abultado marcador de 26 carreras a 4.

Campeonato DistritalEl público que asistió no daba crédito a lo que estaba viendo, no había pitcheo que los parara, era una auténtica práctica de bateo y, solamente en la tercera entrada, tomaron su turno en la caja de bateo 13 niños sabinenses y, asómbrese porque se enfrentaban al campeón, no a equipos benjamines, en la quinta entrada se pararon en el pentágono 19 toleteros para, disculpen el término, destrozar la serpentina de Guadalupe Linda Vista.

José A. Madrigal aguantó la artillería local una entrada y un tercio y se llevó el descalabro, el resto se lo repartieron Neftali Garza, José Dolores Loera, Eduardo Páez y Carlos J. Pérez. Sabinas Hidalgo anotó sus primeras cuatro carreras en la misma primera entrada, sin embargo el todavía campeón nacional reaccionó en la parte alta de la tercera entrada igualando el marcador a 4 y darle con ello emotividad al cotejo.

Pero la historia se escribió al cerrarse el tercer capítulo, ya que a los sabinenses les tocó ganar el clásico volado y ser home team, bueno, en el tercer rollo se despegaron al timbrar con nueve anotaciones y sepultar las aspiraciones de los guadalupenses en la quinta donde marcaron 13.